










InAUDIBLE
La ciudad respira en sonidos. Vibra, murmura, grita y susurra, envolviéndose en capas sonoras que nos atraviesan como cuerpos que también emiten. La vida urbana se revela en una sinfonía de ruidos inarmónicos, confusos, descompuestos; sonidos que existen, pero que solo emergen cuando decidimos hacer silencio y prestar atención. Esta obra nace de ese gesto: el de detenerse, mirar hacia afuera, callar y habitar la quietud. Solo así es posible salir del murmullo doméstico, del hinterland sonoro que construyen los interiores, y acercarse a la piel sonora de la calle.
En este proyecto recojo a los protagonistas del sonido urbano sobre tiras de monitoreo fetal, esas que traducen lo inaudible del cuerpo en gráficas pulsantes. Me interesa ese vínculo entre lo invisible que registra una máquina —una línea oscura que serpentea como un horizonte dispuesto a ser recorrido— y los cuerpos ruidosos que habitan la ciudad. Entre lo que no se oye y lo que no se puede dejar de escuchar, trazo un mapa de resonancias, una geografía del ruido.
En este proyecto recojo a los protagonistas del sonido urbano sobre tiras de monitoreo fetal, esas que traducen lo inaudible del cuerpo en gráficas pulsantes. Me interesa ese vínculo entre lo invisible que registra una máquina —una línea oscura que serpentea como un horizonte dispuesto a ser recorrido— y los cuerpos ruidosos que habitan la ciudad. Entre lo que no se oye y lo que no se puede dejar de escuchar, trazo un mapa de resonancias, una geografía del ruido.